NUEVA
YORK -- A-Rod fue suplido por Raúl Ibáñez en la novena contra O's, tras una
noche difícil Otro partido importante de playoffs y Alex
Rodríguez apareció nuevamente como tercer bate de los Yankees.
Otros tres turnos de alarmante impotencia ofensiva y de cruel represalia de los
aficionados y al final, un bateador emergente representando la admisión del
fallo. Insensatez innecesaria.
Rodríguez bateó
de 3-0 con dos ponches y fue dejado en la banca en la novena entrada por el
bateador emergente Raúl Ibáñez, quien pegó un dramático cuadrangular para
empatar 2-2 contra los Orioles de Baltimore en el tercer juego de la Serie Divisional
de la Liga Americana.
Otro jonrón de
Ibáñez en la 12da. entrada le dió la victoria a los Yankees 3-2, que ahora
solamente necesitan otro triunfo para avanzar a la Serie de Campeonato de la Liga Americana por
primera vez desde el 2010.
Cuando Ibáñez
terminó de recorrer las bases, tras conectar contra el cerrador Jim
Johnson, Rodríguez lo abrazó efusivamente mientras entraba a la cueva. La
ironía del cuadro fue un pedazo de la "Poesía Trágica" del griego
Teófilo D. Frangópoulos. La estrella que gana $29 millones abrazando al
veterano de $1 millón que acaba de justificar el movimiento del manager.
Y mientras la
alegría natural que produce el rescatar un partido en el último turno se
evaporaba en la fría noche del Bronx, la cruel realidad de la escena subía a
flote: El manager Joe Girardi entró a la lista negra donde A-Rod anota a sus
opositores. Justo debajo de Joe Torre, el manager que lo puso a batear de
octavo en la postemporada del 2006.
Mientras mandar
al zurdo Ibáñez por el derecho Rodríguez contra el duro y difícil relevista
diestro que salvó 51 partidos en la temporada tenía lógica, abrir con Rodríguez
como tercer bate no tenía ninguna. Peor aún, ser sustituido por un emergente en
una situación importante es una ofensa mayor a ser bajado de turno en la
alineación abridora para un jugador que aún se considera una estrella.
Girardi decidió
jugarse la carta de "apoyo irrestricto" con su pelotero más caro-- y
el más caro de la historia, de hecho-- y Rodríguez sencillamente no respaldó la
decisión, extendiendo su actual miseria ofensiva. Y Girardi decidió que ese
apoyo solamente llegaba a la novena entrada, cuando lo sustituyó por Ibáñez.
Pero es Nueva
York, la ciudad en donde Mark Sánchez es el mariscal de campo de los Jets y
alguien llamado Tim Tebow su sustituto, pese a que la percepción general es que
ninguno de los dos poseen los atributos necesarios para semejante rol. La misma
ciudad en donde los ricos Mets juegan al papel de pobres y el dinero de los
Yankees ha dejado de valer como en el pasado.
Por segunda
salida consecutiva el mexicano Miguel González hizo lucir como un equipo de
pequeñas ligas a los Yankees, especialmente a Rodríguez. González, quien nunca
había lanzado en las ligas mayores hasta finales del pasado mayo, trabajó siete
entradas de una carrera y cinco hits, con ocho ponches, sin boletos.
En sus últimas
dos visitas al Stadium, el jaliscense ha ponchado 17 rayados y ha permitido una
carrera en 14 innings. Los batazos de Ibáñez borraron todo lo anterior, incluso
que bateó por Rodríguez y que el antesalista comenzó como tercero en la
alineación.
Rodríguez,
quien por méritos propios debe tener un puesto en la carrera por el "mejor
jugador de la historia", pasa por uno de sus tradicionales apagones de
octubre. En el actual batea de 12-1 con siete ponches y de 30-3 en playoffs en
los últimos dos años.
Peor aún,
Rodríguez, quien posee 647 cuadrangulares en su carrera de 19 años-- quinto en
la lista de todos los tiempos-- solamente ha sacado 34 pelotas del parque en
836 turnos en las últimas dos temporadas y tiene 80 oportunidades consecutivas
sin volarse la verja este año.
En postemporada
no pega un jonrón desde la sexta entra del tercer juego de la Serie Mundial del
2009, hace exactamente 73 turnos.
"Creo en
nuestros jugadores. Estoy con ellos todos los días. Veo lo que hacen cada día y
es importante que crean en mí", dijo Girardi para explicar su decisión de
morir con Rodríguez de tercero en lugar de intentar otra opción, como el
intermedista dominicano Robinson Canó o el inicialista Mark
Teixeira, por ejemplo.
"Bien,
pienso que cuando sea que mueva un jugador, hay una oportunidad de, no
solamente afectar el jugador, sino afectar todo el equipo también",
explicó Girardi.
"Hay
diferentes cosas que hay que tomar en cuenta, a veces mover un jugador provoca
que muevas dos o tres más, incluso cuatro, porque nuestra alineación está
construida para proteger a nuestros zurdos de enfrentamientos [en la parte
final], y eso se toma en cuenta también", agregó un Girardi poco
convencedor.
"Por otro
lado, jugamos playoffs todo el mes de septiembre y los primeros tres días de
octubre y Alex bateó tercero y nosotros ganamos muchos partidos con una
alineación que se mantuvo consistente con tipos que sabían donde estarían cada
día", dijo.
Claramente, más
que un voto de confianza, Rodríguez necesita ser movido en la alineación como
una forma de quitarle presión a él y los Yankees. Pero cualquier movimiento que
involucre a A-Rod debe ser sopesado y analizado, e incluso discutido con él
previamente.
Recuerden que
no se trata de un veterano en decadencia que está en su última temporada, sino
de un jugador que cobrará $114 millones de dólares por los próximos cinco años
como parte del histórico contrato de $275 millones por 10 temporadas que firmó
en el invierno del 2007.
Rodríguez, un
tres veces Jugador Más Valioso y 14 veces Todos Estrellas, batea exactamente
.300 con 318 robos, 512 dobles y está a 50 impulsadas y 102 anotadas de las
2,000 y a 99 hits de 3,000. ¡Espectacular!
"La gente
debe entender que este es un deporte difícil y que Alex es uno de los mejores
bateadores de todos los tiempos", dijo Canó. "No me gusta opinar de
esas cosas, son decisiones del manager", agregó el intermedista sobre la
decisión de Girardi de mantener a su compatriota y compañero más cercano de
tercero en la alineación.
"Me siento
dichoso de estar en Grandes Ligas y que me dejen jugar con los Yankees. No me
importa en que lugar me pongan, mientras me dejen jugar", dijo Canó.
En estos
momentos, A-Rod debería sentirse orgulloso de que Girardi lo ponga en la
alineación, sin importar el lugar. Es un asunto de sentido común, incluso para
el jugador más caro de la historia, incluso en el insensato mundo de los
deportes profesionales de Nueva York.
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