Hoy día sabemos más sobre béisbol de lo que podríamos analizar en miles de vidas. Cada lanzamiento queda rastreado, cada pelota en cada jugada es analizada, cada número es computado. Cada jugador tiene una evaluación, una proyección y una calificación.
Nosotros los sabemos todo.
Excepto que no lo sabemos. Lo que nos lleva al increíble José Bautista … el bateador más temido del béisbol. Ahí está, lo dije. Sí, más temido que Albert Pujols o Joey Votto o Josh Hamilton.
La transformación de Bautista de jugador utility con un poco de poder a súper toletero fue ampliamente documentada la pasada temporada, cuando pegó 54 jonrones para ser líder de las mayores con 12 más que Pujols -- la mayor diferencia entre el No. 1 y el No. 2 desde que Willie Mays bateó 13 más que Willie McCovey en 1965. Bautista le dio el crédito a un consejo del coach de bateo Dwayne Murphy, quien le dijo que comenzara a hacer swing más temprano, lo que provocó en un porcentaje mayor de elevados y más jonrones. Comenzó a aniquilar las rectas adentro, bateando 53 de sus 54 jonrones al jardín izquierdo y al izquierdo/central.
Obviamente, nadie predijo antes de la pasada temporada que Bautista se convertiría en uno de los bateadores elite del deporte. No con el extraño camino que había tomado su carrera.
Bautista, quien tiene 30 años, fue elegido originalmente por los Piratas de una universidad regional, pero los Orioles lo eligieron en el sorteo de Regla 5 antes del 2004. En su análisis "2004 Prospect Handbook," Baseball America evaluó a Bautista como el prospecto No. 12 con potencial, al escribir, "Bautista tiene un bato rápido y puede alcanzar las mejores rectas. Su potencial de poder es su mejor herramienta".
Debido a que fue elegido en el sorteo de Regla 5, los Orioles tenían que retenerlo en su roster durante toda la temporada o dejarlo en libertad. Y eso fue lo que hicieron. Tampa Bay lo consiguió. Lo vendieron unas semanas después a los Reales. Los Reales lo cambiaron a los Mets, quienes lo pasaron de nuevo a los Piratas. Sólo pudo marcar 96 apariciones en el plato durante toda la temporada. Pasó la mayor parte del 2005 en las menores y luego trabajó como jugador versátil de Pittsburgh y tercera base titular por dos temporadas antes de perder la confianza del equipo (el equipo había adquirido a Andy LaRoche para jugar tercera base), fue enviado de regreso a las menores en agosto del 2008 y luego fue cambiado a los Azulejos por Robinson Díaz. Digamos que esa transacción no le salió muy bien a los Piratas.
De todas maneras, y volviendo a mi atrevida declaración: Luego de batear de 3-1 con un doble y recibir dos pasaportes adicionales en la victoria de Toronto por 10-3 sobre Texas el martes, Bautista tiene una absurda línea ofensiva de .362/.522/.783 (PROM/OBP/SLG), incluyendo el liderato de las mayores en jonrones con ocho. Si eso te parece al estilo de Barry Bonds, es porque sí lo es. Bautista tiene 23 pasaportes en 20 juegos, algo que le llamaré el factor miedo. Cuando los lanzadores tienen miedo de lanzarte, te dan un pasaporte. Solamente siete bateadores han jugado 100 partidos y han tenido más pasaportes que partidos jugados -- incluyendo a Bonds en cinco ocasiones (otros son Ted Williams, Babe Ruth, Mark McGwire, Mickey Mantle, Jack Clark y Eddie Joost).
El juego del martes fue un buen ejemplo de cuán cuidadosos han sido los lanzadores al enfrentarse a Bautista. En la parte alta de la primera entrada contra Matt Harrison, Bautista llegó al plato con corredores en primera y segunda sin outs. (Una ocurrencia rara para Bautista esta temporada, considerando el vacío de Toronto en el puesto del primer bate hasta el momento.) Sin embargo Harrison enfrentó a Bautista con cuidado, y le dio pasaporte en cinco lanzamientos, y Adam Lind le siguió con un sencillo impulsor. Los Azulejos anotaron cinco carreras en esa entrada.
En la segunda entrada, Bautista llegó al plato con dos outs y nadie en base y salió de out con un elevado corto. En la cuarta, llegó al plato contra Brett Tomko con Corey Patterson en segunda y un out. Tomko le dio pasaporte en cinco lanzamientos, y Lind le siguió con un jonrón de tres carreras. En la sexta, regresó con dos outs y sin corredores. Tomko lo retó, y Bautista lo castigó con un doble a lo profundo del jardín izquierdo en el primer lanzamiento. En la octava, se ponchó haciendo swing.
Seguro, puedes argumentar que es más fácil lanzarle fuera de la zona a Bautista porque no hay más nadie en la alineación de Toronto que esté bateando bien ahora mismo. O que los lanzadores tienen que retar a Pujols con bateadores como Matt Holliday y Lance Berkman pegando bambinazos detrás de él. FanGraphs tiene la información en Baseball Info Solutions sobre cuántos lanzamientos en la zona de strikes recibe cada bateador. Estos son los números de 2010 y 2011 (hasta el lunes) para Bautista, Bautista, Votto y Pujols:
Bautista: 45,3% en 2010, 34,7% en 2011.
Votto: 41,8% en 2010, 42,6% en 2011.
Pujols: 44.2% en 2010, 48,7 en 2011.
Ahora, te había dicho que teníamos información de todo tipo. El porcentaje de Bautista sí es líder en las mayores en 2011. Pero es simplemente un punto estadístico, y se puede analizar de muchas formas.
En el fondo, esto es más un asunto de presentimiento. Y ahora mismo -- abril de 2011 -- Bautista parece ser el más temido, el bateador más dominante de las mayores
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