BUENOS AIRES -- Campeón justo, muy merecido. Por
escaso margen, como se preveía, se resolvió la vibrante 100ª final de la Copa
Davis y la última sonrisa fue para República Checa, en casa, en la fría Praga,
que esta vez levantó mucha temperatura gracias a sus héroes Radek Stepanek y
Tomas Berdych. Siempre el orden de figuración de ellos fue el inverso, pero
esta vez el primero acaparó la mayor parte de los flashes al sellar el triunfo
en el dramático quinto punto ante España y ganar 3-2. Y así le dio la segunda
ensaladera de plata a su país, aunque la primera la ganó en 1980 bajo la
bandera de Checoslovaquia.
Con aquellos ídolos que inspiraron a estos
actuales sufriendo en las tribunas, con Ivan Lendl como máxima referencia, el
estadio O2 de la capital terminó siendo el escenario de la esperada fiesta.
República Checa logró así el hecho histórico de ser el primer país en ganar las
tres copas en el mismo año, porque venía de conquistar la Hopman mixta y la Fed
femenina. Además, le puso un freno a España, el defensor de la corona, que
quería obtener su 6º título en la Davis, todos desde 2000. Por eso la alegría fue
sólo de los anfitriones.